Los cambios físicos de la pubertad no vienen solos sino que están acompañados por cambios “internos”. Con la llegada de la adolescencia, tu personalidad y tus emociones pueden comenzar a manifestarse más intensamente. Tu carácter se vuelve inestable, tus sentimientos se revolucionan, tus gustos ya no son los mismos de antes, tus pensamientos se ocupan de cosas que no te preocupaban y tus ganas de hacer cosas se alternan con las ganas de hacer nada de nada y sólo quedarte en tu cama mirando el techo.
¿Cómo reaccionás?
Comenzás a cuestionarte cosas que antes dabas por seguro. No te quedás callado ante la palabra de tus padres, preguntás por qué y repreguntás y repreguntás, y muchas veces esto conduce a peleas, a tener poca comunicación con los mayores y a sentirte cómodo sólo con tus amigos.
Sentís que tus papás no te entienden. La realidad es que ellos también están viviendo estos cambios junto a vos y tratan de resolver los conflictos que se presentan, de la mejor manera. Y van aprendiendo a la par tuya cómo educar a un adolescente. Lo importante es intercambiar ideas con ellos y con el mundo, esto te permitirá crecer y formar tu propia opinión.
Muchas veces vivís situaciones contradictorias. Te sentís grande, pero a la vez deseas seguir siendo chico. Seguís jugando a juegos de niños, pero te aburrís al poco tiempo de empezar. Te ves al espejo y no aceptás ese cuerpo en constante evolución y pedís a gritos volver a ser un chico. A veces querés que te traten como a un adulto y otras necesitás seguir siendo el hijo/a de mamá y papá y que te llenen de mimos.
Lo importante es hacer de este momento algo placentero y no sufrirlo. Porque con más o menos ganas de crecer, los cambios se van a producir de todos modos, ahora o dentro de un mes o un año quizás. Crecer es natural, es parte del ciclo de la vida. No podemos detener los cambios, sólo hay que aceptarlos, conocerlos y disfrutar de las cosas buenas que trae el crecimiento: libertad, independencia, más vivencias con tus amigos, descubrimientos, salidas y tal vez, tu primer amor.