Cada 18 de diciembre se conmemora en Argentina el Día Nacional de la Esclerosis Múltiple para visibilizar la situación de las personas afectadas por esta patología neurodegenerativa. Si bien suele presentarse en adultas/os jóvenes entre los 20 y 40 años también puede aparecer en otras etapas de la vida.

Qué es la EM?

En la actualidad, más de dos millones de personas en el mundo conviven con esta enfermedad neurológica crónica que no es hereditaria ni contagiosa. Al momento su causa es desconocida, aunque los estudios para avanzar en su tratamiento y encontrar la cura no se detienen.

Provoca lesiones en el sistema nervioso central, afectando la pérdida de la mielina, que es la sustancia que protege y rodea las fibras nerviosas. El cuerpo no logra reconocer estructuras que le son propias y provoca un ataque sobre estas. Las lesiones no aparecen todas al mismo tiempo, sino en brotes y uno de los efectos de la medicación es atenuar los episodios para poder controlarla.

Primeros síntomas

Uno de los primeros signos de alarma que experimentan las/os pacientes es la pérdida de visión en uno de los ojos de manera repentina. También la falta de equilibrio y coordinación corporal, debilidad muscular en las extremidades, sensación de hormigueo, fatiga, trastornos urinarios e intestinales. Por lo tanto, la adherencia a un programa de ejercicios físicos sostenido ayuda a combatir la rigidez en los músculos y beneficia las funciones cardíacas.

Pueden hacerse notorias algunas alteraciones en el lenguaje, como entonación lenta y pronunciación de las palabras con separación entre las sílabas. No obstante, la mayoría de las personas afectadas por esta patología no desarrollan todos estos síntomas.

Tratamiento y control de la enfermedad

Como sabemos, la EM es una enfermedad crónica y el tratamiento para acompañarla ha presentado en los últimos años una gran evolución, ya que además de evitar la progresión de la patología, actúa para disminuir las complicaciones de los síntomas y sus brotes.

Por otra parte, en la actualidad existen numerosos centros de salud donde las personas que transitan la enfermedad pueden controlar su tratamiento y recibir asesoramiento. Esto también es extensivo al grupo familiar y de apoyo de las/os pacientes debido a que la confirmación del diagnóstico y las diferentes etapas de la enfermedad pueden producir un gran impacto que requiere de un acompañamiento especializado que ayude a sobrellevar la situación.

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