Lo dijo Raúl Sánchez, director del flamante Hospital de Temperley destinado a personas afiliadas a IOMA, que se inauguró el 10 de agosto y ya atendió más de 2.000 consultas
A poco más de un mes desde su apertura, el Hospital “Gabriela Carriquiriborde“, exclusivo para personas afiliadas a IOMA, ya atendió más de 2000 consultas en el edificio de tres pisos que se inauguró el 10 de agosto pasado en Pasco y Caaguazú, en Temperley.
“En la primera etapa se abrieron los consultorios de guardia y estudios complementarios, como el centro de hisopado gratuito de Covid 19”, explicó el director del hospital, Raúl Sánchez, “y a partir del 4 de septiembre se habilitaron las internaciones, con 25 camas de sala y 8 en terapia intensiva”.
La tercera etapa arrancará el próximo lunes, cuando el Carriquiriborde dispondrá ya de 14 camas en terapia y 30 de clínica, y se proyecta, para la última etapa, la habilitación de 25 camas de terapia, 60 de sala y más de 20 respiradores, junto con el laboratorio, la farmacia, diagnóstico por imágenes y una delegación en el edificio para que las personas afiliadas agilicen los trámites.
“La inauguración fue en el pico de la pandemia –recordó Sánchez- por lo que tuvimos una gran afluencia por el boca a boca de afiliadas y afiliados que se encontraron con un centro de atención de puertas abiertas y recibimos también derivaciones de pacientes que no conseguían cama en otras instituciones”.
Hoy por hoy, en el hospital de IOMA hay 8 pacientes internados en sala común y tres en terapia intensiva. En el hospital trabajan alrededor de 170 personas, entre personal médico, de enfermería, tareas asistenciales y de administración, entre otros.
Para Sánchez, que en 1998 se sumó al plantel de Terapia Intensiva del Hospital Evita Pueblo cuando llevaba unos pocos años en marcha, estar al frente de este proyecto desde el primer día significa todo un desafío y “una gran responsabilidad para poner a punto cada área -reconoció-, teniendo en cuenta que la prioridad es mejorar la atención de cada paciente y armonizar el equipo laboral generando confianza y lazos sobre la base de objetivos en común”.
Con ese objetivo, uno de los especialistas del hospital, Damián Zamorano, realizó días atrás cursos de teoría y práctica de Reanimación Cardiopulmonar (RCP) destinado al personal de enfermería y a todos aquellos interesados en aprender las maniobras básicas para afrontar situaciones de urgencia.
Satisfecho por los resultados obtenidos en poco más de un mes, Sánchez resaltó la importancia de que haya “gestiones que administren el Estado considerando que los recursos que se derivan al sector sanitario son una inversión y no un gasto en el que se pueda ahorrar”.
Este hospital que ofrece más y mejores servicios a sus afiliadas y afiliados en respuesta a la necesidad que había en la zona Sur del Conurbano se llama “Gabriela Carriquiriborde” en homenaje y representación de las tres trabajadoras de IOMA desparecidas durante la última dictadura militar. En un rincón del edificio se destinó un espacio para la memoria de todas ellas, entre las cuales se recuerda también a Inés Pedemonte y Elba Beatriz Pirola de Rivelli.