El linfoma es un tipo de cáncer poco conocido y al que, en general, se llega tarde en su diagnóstico por presentar síntomas similares a otras enfermedades. Cuando se detecta en un estadio temprano, existe un 70% de probabilidad de supervivencia.
La enfermedad ataca directamente las células del sistema inmune, es decir, los linfocitos. La alteración de los glóbulos blancos de la sangre, que funcionan como una barrera ante las infecciones, genera la aparición de una célula anormal que se encuentra principalmente en los ganglios, el bazo y el hígado (donde habita la mayor parte del tejido y líquido linfático) y se convierte en cancerosa. En algunos casos, inclusive, se esparce hacia el resto del organismo.
Existen fundamentalmente dos grandes categorías de linfomas: Linfoma de Hodgkin y Linfoma no-Hodgkin.
Ante cualquier duda, consultá a profesionales de la salud. Recordá que la detección temprana aumenta las posibilidades de supervivencia.