La tercera y última de las Primeras Jornadas Prestacionales de IOMA contó con las alocuciones del Director de la Escuela de Gobierno en Salud de la Provincia de Buenos Aires, Mario Rovere (ver acá su exposición); el Director General de Prestaciones, Nils Picca; el Director de Auditoria y Fiscalización Médico Ambulatoria de IOMA, Rubén Guerzoni; el licenciado Eduardo Boveri –del equipo de presidencia-; el Director de Sistemas, licenciado Juan José Rivademar; la Directora médica del Hospital Gabriela Carriquiriborde, Adriana Muzio; el integrante del Gabinete de Presidencia, Mariano Cardelli; y el Director General de Administración, Gustavo Martínez.
Mario Rovere, de la Escuela de Gobierno en Salud Floreal Ferrara, disertó desde su domicilio.
Por una auditoría de eficiencia y calidad
El Director General de Prestaciones, Nils Picca, señaló que “la auditoría no es solo para controlar desvíos, sino medir calidad, consumos y el uso de tecnologías, que se hagan adecuadamente y ajustados a la normativa”. “Para que las auditorías sean una herramienta real necesitamos datos propios, que es lo que faltaba”, indicó.
Picca describió que “el año pasado creció el segundo nivel de internaciones, sin que hayan existido pandemias ni catástrofes y lo mismo pasó con las imágenes bajo código 88, que subieron en 38 mil, los medicamentos, con un 12 por ciento más de usuarios, y las atenciones domiciliarias”.
“Para garantizar esta herramienta –añadió Picca-, se creó un área nueva, de auditoría médica transversal a todos los sectores” y se reforzó el control de los cobros indebidos, “acompañando a los afiliados en sus denuncias”. Según el Director General de Prestaciones, “con una buena auditoría estamos cuidando los recursos financieros y la eficiencia”.
“Detectamos irregularidades en la facturación”
El Director de Auditoria y Fiscalización Médico Ambulatoria de IOMA, Rubén Guerzoni, expuso sobre las distintas modalidades bajo convenio y las auditorías que rigen para cada una: por cápita, que no requieren auditoría y otorgan previsibilidad presupuestaria; prestacional, con auditoría previa o posterior a la facturación; y prestacional con techo presupuestario, no requieren auditoría y también garantizan previsibilidad presupuestaria.
“En los últimos meses detectamos irregularidades en la facturación, algunas dobles y por prestaciones no realizadas, que configuran directamente una estafa”, enfatizó Guerzoni.
Dio algunos ejemplos, como el de ese médico que les pidió las credenciales a sus vecinos para gestionarles las vacunas antigripales y les facturó la colocación de varios yesos a cada uno.
“También hay que fortalecer las auditorías para garantizar la calidad de las prestaciones”, puntualizó Guerzoni, para lo cual se pueden utilizar herramientas tecnológicas para sumar a los afiliados en la validación de las prestaciones que recibe, para “evitar la doble facturación”.
.“IOMA, un financiador inteligente y seguro”
El licenciado Eduardo Boveri –del equipo de Presidencia-, habló sobre el estado de situación en materia informática al llegar al Instituto y mencionó las directrices con las que se construyen las nuevas herramientas, en pos de alcanzar el objetivo de “transformar a IOMA en un jugador y financiador inteligente y seguro”, en el que con tecnología se preserven los recursos del universo afiliatorio. Además, hizo alusión a los desafíos esperados de toda transformación digital y contó que se dividen en cuatro fases: inicial o luna de miel, de choque y resistencia, reajuste y adaptación. Para que ocurra este cambio, señaló, “hay q construirlo y acompañarlo”.
También destacó que el COVID trajo aparejado un cambio de comportamiento generalizado y citó los distintos pasos que debieron llevarse adelante para hacerle frente a la situación.
Plan estratégico de modernización tecnológica
El Director de Sistemas, licenciado Juan José Rivademar, por su parte, se refirió al plan estratégico de modernización tecnológica del Instituto y detalló el proceso digital desde que el afiliado o la afiliada solicita una prestación hasta que se le realiza el pago al profesional.
Este mecanismo, según Rivademar, se llevó adelante con participación, comunicación, capacitación, instrumentación y, fundamentalmente, acompañamiento.
Un hospital “deseado e impulsado” por la actual gestión
Posteriormente, fue el turno de Adriana Muzio, directora médica del Hospital Gabriela Carriquiriborde, primer efector propio de IOMA, quien afirmó que fue “deseado e impulsado” por la actual gestión, junto a las trabajadoras y trabajadores. Contó que la propuesta surgió de la necesidad de brindar atención oportuna y de calidad a las afiliadas y afiliados durante el contexto de emergencia sanitaria, así como reforzar el 2do nivel de atención y contribuir a la línea de trabajo del Ministerio de Salud de la Provincia, absorbiendo la demanda asistencial de centros de mayor complejidad. Todo ello, mediante una “apertura en etapas”.
Durante la disertación, pudieron verse imágenes del proceso de remodelación, refacción y los interiores del Hospital, ubicado en Temperley, partido de Lomas de Zamora, segunda región con más personas afiliadas a la obra social y con una baja oferta de efectores privados en la zona. Se refirió al modelo de atención del establecimiento, a los servicios y comités con los que cuenta y dio cifras de individuos atendidos desde el primer día de atención, el 10 de agosto, hasta el momento.
“IOMA puede contar con más efectores propios”
A su turno, Mariano Cardelli, integrante del Gabinete de Presidencia de IOMA, indicó que la obra social “no es solamente financiadora” y que puede contar “con uno o más efectores propios” para dar respuesta a las afiliadas y afiliados. En alusión al nombre del Hospital, determinó que “sintetiza la lucha por los ideales y la construcción de una salud para todos”, lo que constituye una “bandera de nuestra gestión”.
En referencia a la polémica sobre si IOMA puede tener o no un efector propio, hizo hincapié en que no hay prescripción que lo prohíba y aseguró que fue una “decisión necesaria” en el actual contexto de pandemia. Señaló, entre otros aspectos, que la misión de IOMA consiste en ser financiador y responsable de la prestación y que “se apunta a cuidar la salud”, utilizando de manera adecuada los recursos, para lo cual deben compatibilizarse los modelos de atención, de financiamiento y de gestión del sistema prestacional.
Para culminar, Cardelli expresó que la salud “se construye socialmente” y que el Hospital es un “ejemplo de articulación con políticas de salud públicas”.
“En 2019 IOMA tenía 3828,9 millones de déficit”
El Director General de Administración de la obra social, Gustavo Martínez, bregó por un cambio de paradigma para que el Instituto deje de ser un simple financiador ya que “financiar deber ser una herramienta para brindar una mejor calidad de atención. Por eso, IOMA está trabajando en el eje financiamiento, planificación, presupuestos y gastos”.
Asimismo Martínez indicó que “nos encontramos que en diciembre de 2019 IOMA tenía 3828,9 millones de déficit. Por eso nos planteamos el objetivo de lograr equilibrio, es decir subsanar el déficit sin desatender prestaciones”. En estos meses “estamos llegando a un superávit económico y eso nos permite planificar”.
En ese marco señaló que “buscamos un mayor control y trabajo conjunto entre la Dirección General de Prestaciones y la de Administración. Queremos controlar erogaciones sin bajar prestaciones porque los recursos de IOMA son los recursos de los trabajadores. Por eso es primordial resguardarlos para financiar el derecho a la salud”.
De acuerdo al trabajo que se viene realizando “a priori, hay ciertos indicadores con altos consumos, superiores al promedio” puntualizó. En tal sentido IOMA está avanzando en la planificación financiera mensual con la Tesorería General de la Provincia para optimizar recursos y lograr previsibilidad para prestadores y proveedores.
Martínez también aseguró que en IOMA “antes no había demasiadas herramientas tecnológicas para el control, eran casi nulas”. Asimismo sostuvo que se debe “concebir a IOMA como generador de precios. Establecer un área de costos y hacer valer una fortaleza de IOMA que es su escala: tiene dos millones de afiliados y es el mayor financiador de salud de la provincia”. Sin embargo remarcó que “debemos ser un IOMA donde el financiamiento sea un medio, no un fin” para generar “mayor accesibilidad al derecho a la salud, no solo a las prestaciones”.