Ante la circulación de información en medios de comunicación y redes sociales relacionada al uso de dióxido de cloro para el tratamiento de COVID-19 u otras enfermedades, desde el Ministerio de Salud de la Nación y la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) advirtieron que este producto no cuenta con estudios que demuestren su eficacia, ni está autorizado para su venta ni utilización.
Un informe reciente de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) da cuenta de que el dióxido de cloro y el clorito de sodio reaccionan rápidamente en los tejidos humanos, de modo que su ingesta puede causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales.
Por otro lado, su inhalación puede generar edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras deficiencias respiratorias como bronquitis crónica, además de complicaciones en distintos órganos del cuerpo.
Recordá: para informarte de cuestiones vinculadas con tu salud y la de tu familia, recurrí siempre a sitios oficiales o directamente a tu médico. Y, en caso de presentar síntomas compatibles con el COVID-19, no te automediques: comunícate al 148 o ingresá a nuestra web en donde te informamos todos los protocolos a seguir.