La adolescencia es un período en donde la forma de alimentarte comienza a cambiar. No debería ser así, pero el hecho de que empieces a pasar más tiempo fuera de tu casa y más con tus amigos, hará que en varias oportunidades almuerces afuera y vos mismo elijas tus comidas.
Es ahí cuando las frutas y verduras comienzan a escasear en tu dieta y a preponderar los que tienen alto contenido de grasa y azúcar (hamburguesas, papas fritas, sándwiches, helados, etc) y poco aporte de energía.
La alimentación ideal para este momento de tu vida tiene que ser variada y nutritiva, ya que tu cuerpo y tu mente requieren de mucha energía para crecer y usar tus capacidades a pleno.
Esta energía la obtendrás de alimentos como: cereales, legumbres, frutas y verduras variadas, lácteos, carnes y huevos. Los alimentos con alto contenido de azúcar, grasas, dulces o aceite no los descartes, pero consumilos en menor medida.
Bulimia y anorexia: problemas que tenés que conocer
Según las estadísticas, 1 de cada 5 jóvenes tiene sobrepeso, como así también hay quienes optan por dejar de alimentarse y comienzan a adelgazar exageradamente.
Los desórdenes alimenticios incluyen la presencia de pensamientos y sentimientos negativos y de autocrítica sobre tu físico, la comida y los hábitos para comer.
A pesar de que los desórdenes alimenticios son más frecuentes en las chicas, también pueden afectar a los varones. Muchos niños y adolescentes logran ocultar estos problemas a sus familias durante meses o incluso años.
- Las personas con anorexia tienen mucho miedo a aumentar de peso y una visión irreal y distorsionada del volumen y la forma de su cuerpo. En consecuencia, se esfuerzan por mantener un peso muy bajo: realizan dietas, ayuno y/o ejercicio físico excesivo. Intentan comer lo menos posible e ingerir la mínima cantidad de calorías posible y suelen obsesionarse con lo que comen.
- La bulimia se caracteriza por atracones de comida seguidos de maniobras para provocar el vómito y eliminar todo lo que comieron. Algunas personas que padecen bulimia pueden tener cambios importantes en el peso, pero raramente pesan tan poco como las que padecen anorexia. Ambos trastornos pueden asociarse al ejercicio físico compulsivo o a otras medidas para eliminar la comida ingerida, como el vómito provocado (o autoinducido) y el uso de laxantes.
Pedí ayuda
Un desorden alimenticio es muy fácil que se vaya de las manos, ya que se asocia a hábitos muy difíciles de erradicar por nuestra propia cuenta. Estos trastornos tienen solución. Son problemas clínicos graves que requieren tratamiento profesional de médicos, terapeutas y nutricionistas. Por ello, es fundamental pedir ayuda, en una primera instancia a la familia y luego a los especialistas.
En IOMA otorgamos toda la cobertura necesaria (consultá los requisitos) para que quienes tengan problemas con su alimentación puedan realizar el tratamiento adecuado sin inconvenientes.