Las enfermedades de trasmisión sexual (ETS) son infecciones que se adquieren por mantener relaciones sexuales con otra persona que ya las padece.
¿Afectan a los adolescentes? Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelaron que más de un millón de personas se infectan cada día de alguna enfermedad de transmisión sexual y el 60% de ellas, son menores de 25 años y de ellos, el 30%, son menores de 20 años, adolescentes. Así que la respuesta a la frecuente pregunta de padres de adolescentes sobre si sus hijos tienen riesgo de padecer enfermedades de transmisión sexual es que sí, siempre que sean sexualmente activos.
Cuando hablamos de adolescentes y enfermedades de transmisión sexual hay que tener en cuenta que el riesgo es mayor.
Las razones son varias:
Los adolescentes más jóvenes, pueden contagiarse con mayor facilidad ya que su sistema inmunológico no está aún completamente formado.
La mayoría de los chicos y chicas, están en riesgo porque su acceso a la información sexual sobre prevención de enfermedades de transmisión sexual es más escaso que la de los adultos. Además, porque su percepción del riesgo es defectuosa. No son conscientes muchas veces de los riesgos que corren y eso les puede llevar a tomar decisiones sexuales peligrosas.
Para el caso de adolescentes que consumen drogas o alcohol o ambas sustancias, esto acrecienta los riesgos de contagio ya que bajo la influencia de estas sustancias se baja la guardia durante los encuentros sexuales y puede olvidarse de la necesidad de prevención.
Y también porque los adolescentes tienen menor acceso a los preservativos, la mejor forma de prevención ante las enfermedades de transmisión sexual.
Cómo prevenir el contagio
La mejor arma contra las enfermedades de transmisión sexual y para que el sexo sea seguro es la información. Los padres y/o profesores de adolescentes deben dar información sexual a los chicos y chicas. La misma debe ser cierta, fácil de comprender y suficiente para lo que necesiten en cada etapa. Y es fundamental que todo lo que deben saber sobre las enfermedades de transmisión sexual esté en su conocimiento antes de que comiencen a ser sexualmente activos.
Qué prácticas sexuales son de riesgo para las ETS
Cuando la pareja está infectada puede contagiar si se practica con él o ella sexo vaginal, oral o anal sin protección. Según todos los estudios el único método de protección ante una infección sexual es la utilización de preservativos, y aún así esa protección no es siempre del 100 %. De todas maneras, éstos están diseñados y probados para no fallar nunca si se usan adecuadamente. Por esa razón es tan importante que se explique muy bien a los adolescentes cómo debe ser ese uso.
Infecciones sexuales más frecuentes
Las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes son: clamidia, gonorrea, VIH-sida, herpes genital, virus del papiloma humano (VPH) y sífilis. Algunas de ellas pueden llegar a ser muy graves, incluso mortales y por esa razón es importante prevenirlas y en el caso de que aparezcan, tratarlas.
Cuándo llevar al adolescente al médico
Los adolescentes sexualmente activos deben ir a su médico para hacerse revisiones regulares (una a dos veces al año) que descarten enfermedades de transmisión sexual. Si aún así aparecen los síntomas de alguna de ellas, deben acudir inmediatamente al doctor, además deben avisar a sus parejas para que hagan lo mismo. Los síntomas de estas infecciones son distintos en cada caso pero siempre que aparezcan secreciones inusuales en la vagina o en el pene, dolores o molestias en los genitales, verrugas u otro tipo de lesiones o úlceras también en las zonas genitales debe llevarse al adolescente al doctor para que lo examine.